AI. Enio Bello (II)
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| Por: AI. Fide Enio Bello Especial para Enrocate.com y mateen1.tk 20 de Enero de 2011 |
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Una de las tareas más importante en el deporte es formar el colectivo, crear el sentimiento y el espíritu de equipo. El deseo de hacer algo por el bien de todos, ayudar con sus esfuerzos a cumplir las tareas colectivas y sentir la seguridad que el colectivo siempre lo ayudara y lo apoyara contribuye a una alta productividad deportiva, el entrenador puede debe desarrollar recursos como el amor a la bandera, sentido de defender el color de la camiseta, el amor a la Cuidad en que vive, el amor a la Patria, etc..
El acto de inauguración, el desfile, las banderas, las marchas y flores crean un ambiente festivo que inspiran a los alumnos, pero algunos sienten una excitación excesiva el entrenador debe conocerlos, pues puede causarles daños en sus resultados deportivos.
El ajedrecista con falta de interés competitivo causa daños al equipo, por lo que hace falta despertar ese interés en él o separarlo del equipo y velar por el estado de ánimo del resto, los alumnos que antes de la competencia desean competir, están seguros que pueden cumplir los objetivos trazados ante ellos y comprenden que deben hacerlo a cualquier precio, en aras de sí mismo, del equipo y de su país, en ello se basa el estado Psicológico de competitividad óptima.
En cada ajedrecista se distingue su alta sensibilidad con todo lo que tenga que ver con sus resultados deportivos y sobre todo con el estado del entrenador. Esto quiere decir que el entrenador en ninguna circunstancia debe manifestar su inquietud o duda sobre sus resultados en la competencia. La mínima inseguridad, irritabilidad, el tono intranquilo, los apuros no justificados, se perciben inmediatamente por el ajedrecista y ejercen influencias negativas en sus resultados. La tensión psíquica en el período de las competencias es experimentada no sólo por el ajedrecista sino también por el entrenador, suele ocurrir que el entrenador experimenta una tensión incluso mayor, pero el ajedrecista no debe notarlo de ninguna manera.
Las relaciones y la manera de comunicación del entrenador con el deportista durante las competencias deben ser las habituales o más suaves. Hay que controlarla de la manera más minuciosa el contenido y la forma del trato a los atletas, el entrenador debe mantener el ánimo optimista, ser seguro y bondadoso en la comunicación, lo que ha sido útil para motivar el proceso de entrenamiento puede ser nocivo en el ambiente de las competencias.
El entrenador debe velar porque sus alumnos en el período de las competencias no entablen contactos con personas que no comprenden su estado en vísperas de la salida para la competencia , pues les gustan mucho hacer preguntas sobre su estado de salud, resultados supuestos sobre los rivales etc…y se apuran en comunicárselo a los deportistas, ante todo, cabe proteger de tales personas a los atletas jóvenes, los cuales aun no han conquistado un lugar que les permita alcanzar la gloria deportiva.
Las charlas en torno a los resultados son a menudo no sólo inútiles, sino también nocivas, hace falta evaluar los resultados en un tono tranquilo es mejor si entre las evaluaciones predominan las positivas, hay que dedicar una atención especial al ajedrecista que fracasó en la competencia, no se debe expresar decepción respecto a su resultado que subrayan la falta de posibilidades en su futuro deportivo, es mejor el análisis de los errores cuando se han calmado las pasiones.
Es importante enseñar al alumno que su peor enemigo del futuro resultado competitivo son los pensamientos sobre él mismo pues generalmente solo hacen aumentar la inseguridad.
La intervención, la opinión, de los Federativos son buenos motivos en el entrenamiento, pero solo en el caso cuando son oportunas y dosificadas.
Por. AI. Enio Bello.
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