A la Memoria del extinto colega y amigo, Carlos Falcon

Sin duda alguna, la Olimpíada es el acontecimiento más hermoso para la disciplina y el más importante para el atleta; el Congreso posee ambos encantos  para los que nos responsabilizamos con la Organización y el Arbitraje.

En 1993.  Como Presidente de la Federación Cubana de Ajedrez, asistí a la cita de Curitiba, Brasil   acompañado por el  Gran Maestro Internacional, Silvino García Martínez; encontrándome entre los ponentes del Seminario Internacional que allí se impartió me sucedió lo que a continuación les narro y que da pie a este artículo.

“Experiencias de Cuba en la introducción del  ajedrez en las escuelas”, así se titulaba nuestro trabajo; Silvino me daba mucha confianza pues tenía basta experiencia en esas lides, pero concluyó su exposición y salió a cumplir con otras obligaciones, yo continué la charla dirigida a los Presidentes de Federaciones de la zona 2.3.5, donde participaban otros árbitros internacionales; las intervenciones, los intercambios se sucedían unos tras otros, cuando de repente entró al teatro un hombre de mediana estatura, todo de blanco con lazo rojo al cuello, impecable, silencioso, respetuoso y ocupó unos de los asientos.., desde su llegada,  desplazamiento y ubicación lo siguieron todas las miradas con un  silencio sepulcral.., sentí escalofríos pero continué.

Fue mi doble colega y amigo Uvencio Blanco, quién dándose cuenta de mi desconocimiento, me interrumpió y lo presentó…, la ovación no se hizo esperar;  y lo invité a compartir los quince minutos que quedaban de mi exposición.

Carlos Falcón habló con la misma pulcritud y elegancia que vestía y fue escuchado una hora más en tiempo extra, cediéndome finalmente la palabra para que concluyera.., en aquel momento (hace dieciséis años) finalicé diciendo en Brasil lo mismo que hoy  repito en Venezuela –entre el arbitraje ajedrecístico de élite y el de las  edades tempranas existen marcadas diferencias- conclusión que también fue ovacionada.

Muchas cosas le agradezco al ajedrez mundial  y entre ellas,  una de las más presente es que desde el intercambio en Curitiba, y hasta su desaparición física, Falcón y yo intercambiamos correspondencia, pines, botones, un afecto y respeto que perduran en mi corazón; en el primer artículo, trate el tema “Arbitraje de ajedrez para  escolares” que con gran satisfacción agradezco, me permitieron  publicar para los lectores de AjedrezVinotinto.com y el cual dedico: A la memoria del extinto colega y amigo, Carlos Falcón.