Estimados colegas, padres y representantes, amigos, ajedrecistas que siguen mis artículos y me exigen su continuidad.., mi familia y yo les deseamos, que sanen las heridas que puedan haberles causado en el transcurso del año que se va, y les traiga el que llega; paz, tranquilidad, solvencia, ascensos y mucha salud para disfrutar todo lo anterior; que el Gran Arquitecto del Universo escuche a Juan Pablo Segundo y permita que Cuba se abra al Mundo y el Mundo a Cuba, para festejar los fines de años venideros lo mismo frente a la estatua de Martí que a la de Bolívar o Lincoln y tanto las mentes de los que deciden así como las puertas de todos esos aeropuertos estén abiertas a los retornos como nuestros corazones..!
EL ALFABETO ESTRATÉGICO
Apoye y anime a su hijo, no lo desacredite, ayúdelo a comprender su entorno y como bien exige el ajedrez, a que encuentre soluciones a los problemas que se le presentan a diario por sí mismo.
Busque la forma de siempre mantenerlo en observancia, pues aunque queramos que decida por sí mismo, se trata de un niño.
Comunique al niño que las cosas que aprende en la escuela y en la academia de ajedrez, tienen relación directa con lo que usted hace como adulto y sígalo de cerca, si el niño canta, cante usted también; cáusele alegría con su presencia.
Déjele espacio para su desarrollo, pero ayudar no significa sustituirlo, condúzcalo, explíquele pero sus tareas son de su total responsabilidad.
Elogie y premie rápida e impactantemente cada vez que el niño lo merezca.
Facilite la comunicación entre ustedes, incluso para cuando sea necesario requerir, sancionar y rectificar una falta.
Gánese la confianza de su hijo; háblele, apóyelo, corríjalo, sanciónelo, pero siempre desde el amor, desde la convicción, desde la entrega.
Haga comentarios públicos sobre sus aciertos y en privado valoren las faltas.
Investigue su silencio y disfrute su conversar.
Jerarquice todo; sea ejemplo, conductor, amigo, maestro.., pero sin dejar de ser papá o mamá.
Kasparov, Karpov y Krámnik son glorias vivientes del ajedrez moderno, pero hasta que el niño no esté apto para entenderlos no puedes ponerlo a ver sus partidas.., en ocasiones ni los mismos entrenadores logran descubrir los porqué de sus jugadas.
La mejor manera de decir es hacer.., enséñelo dándole ejemplos.
Mantenga suficiente información ajedrecística cerca para que no desperdicien el tiempo y sobre todo, para que el niño no pierda la concentración.
No use la tarea como castigo; siendo su oportunidad para aprender, no se la puede convertir usted en un hecho negativo.
Ñoñerias veremos en grandes cantidades, pero están en la edad; ¿somos o no somos nosotros quienes debemos enseñarlos a conducirse en público?.
Oriéntele como ordenar sus cosas, sus actividades y su recreación.
Prepare un horario con la colaboración del niño y colóquelo en lugar visible.
Quizás en menos tiempo del esperado, el niño por sí sólo demuestre que esa orientación y preparación para la conducción de sus actividades diarias le son innecesarias pues va adquiriendo responsabilidad.
Repetir, repetir y volver a repetir; esa es la madre de la enseñanza
Seleccione para la ejercitación un lugar cómodo (preferiblemente su mesa de ajedrez) pero bien distante de televisores, radios etc.
Trabaje al ritmo del niño las primeras semanas, pero después habrá que aumentar las cargas si se pretenden obtener resultados competitivos.
Usted no puede trasmitir lo que no siente ni comprende.., por favor, se trata de la curva evolutiva del niño y todos debemos estar en función de su formación, de su crecimiento holístico; por lo que para enseñar hay que aprender.
Verifique la comprensión diaria de las clases y los ejercicios, avanzar sin entender es como dar un salto al vacío.
Wikipedia es un ayudante abierto al conocimiento las veinticuatro horas del día; ante la duda ¡CONSULTE!
Xenofilia no sólo para el mundo exterior, también en la casa, entre los compañeros de clases, en y para la vida.
Yuxtaponer acciones no siempre es beneficioso.., yo a tu lado, te conduzco, pero tú lo haces.
Zafio nunca; estas son algunos de los valores que el ajedrez lleva implícito, la cortesía, la caballerosidad, la comprensión, la autoestima, la solidaridad, la cortesía, la responsabilidad, el respeto por uno mismo y por los oponentes, el afán de superación, el orden interior y en las cosas, el desarrollo del individualismo y del colectivismo enfocado hacía la colaboración, el esfuerzo contra la pereza, la autocrítica constructiva, la constancia, la honradez y el amor por sí mismo y por los demás; valores que en los primeros artículos del venidero año, les digo como se expresan en la vida de un ajedrecista.